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Una Panorámica del Budismo
Dado que la "Panorámica" es una obra tan extensa y además recientemente editada no podemos poner el libro entero para descargar gratis, sólo hemos puesto unas selecciones para dar la oportunidad de conocerla.
Introducción :: sección VI. La tradición oral
Es de sobra sabido que el Buda no escribió nada. Dejando de un lado su influencia espiritual y su ejemplo propio, su enseñanza fue impartida totalmente por medio verbal; ya fuera por discursos y debates con sus discípulos y gente que le interpelaba o por inspiradas declaraciones espontáneas. Aunque no sabemos definitivamente que lengua habló, parece ser que rechazó el sánscrito más “clásico” por la lengua vernácula, especialmente los dialectos de Kosala y Magadha. En una ocasión, según leemos en las escrituras, dos monjes “de lenguaje cultivado y habla elocuente” protestando de que monjes de varios nombres, clanes y razas (o castas) corrompían la Buddhavacana al repetirla en sus dialectos propios, pidieron permiso al Buda para pasarla al védico (candaso aropena). El firmemente rechazó la petición exclamando: “¡Ilusos! ¿Qué decís? Eso no convertiría al no convertido”. Y a continuación pronunció un discurso en que dijo a todos los monjes: “No habéis de pasar la Buddhavacana al védico, quien así lo hiciera cometería una falta. Os autorizo, monjes, a que aprendáis y enseñéis la Buddhavacana en cada uno de vuestros dialectos (sakkaya niruttiya).* Además, el Buda recurrió a listas numeradas de términos y a otros recursos mnemotécnicos, para que sus enseñanza fueran retenidas por quienes le escuchaban y divulgadas con facilidad.
Todos estos hechos han tenido importantes consecuencias. En primer lugar, por haberse enseñado el Dharma verbalmente, se dio un período de transmisión oral, entre el Parinirvana y la aparición del Dharma escrito, que duró para ciertas escrituras dos o tres siglos, y para otras bastante más. Como los monjes habían sido autorizados a aprender y enseñar la Buddhavacana en sus propios dialectos, el Dharma, desde el principio, existía en varias formas lingüísticas, y cuando finalmente empezó a pasarse a la escritura, esto no se hizo en una lengua sino en varias. Así, se nos dice, que el Canon de los mahasánghikas estaba escrito en prakrit, el de los sthaviravadines en paisaci, el de los pudgalavadines en apabhransa y el de los sarvastivadines en sánscrito. Más adelante, cuando el budismo se extendió fuera de la India, las escrituras se tradujeron a otras lenguas como el uighur, el chino, el tibetano,... etc. Nunca hubo, ni aun cuando el budismo estaba limitado al noreste de la India, una lengua canónica única para todos los budistas. Las tentativas hechas por algunos escritores de presentar al pali como tal son infundadas. La palabra “pali”, que significa línea de texto sagrado, no es en absoluto el nombre de una lengua. El Canon Pali de Ceilán es probablemente una versión en lenguaje indio medio de alguna versión del Tripitaka proveniente del oeste de la India. El accidente histórico que le hace el único canon indio que se ha conservado en lengua original no debe llevarnos a sobrestimar su importancia, y aún mucho menos a considerar su contenido excelente, pero selectivo, como el criterio único de lo que es o no el budismo. Finalmente, cuando se pasó la tradición oral a la escritura, las facilidades mnemotécnicas empleadas por el Buda y sus discípulos para transmitir el Dharma tuvieron como resultado ciertas características literarias distintivas en las Escrituras.
Nota
* Vinaya Pitaka II 139